Con diez temporadas de enorme éxito y 236 episodios en total había mucha expectación por volver a ver juntos, en alguno de los escenarios que marcaron la serie, a Rachel, Monica, Phoebe, Joey, Chandler y Ross. Todo lo relacionado con ‘Friends’ se convirtió en un icono global, desde la canción ‘I’ll Be There For You’ (The Rembrandts) al sofá de la cafetería (Central Perk) en la que se juntaban estos seis amigos, que evidentemente también tuvieron que lidiar con los estragos que a veces provoca la fama.
De todos ellos, Matthew Perry fue el que peor parado salió ya que incluso mientras la serie se emitía, el actor ya sufría problemas de adicción. “No recuerdo tres años de ‘Friends’. En algún momento entre las temporadas 3 y 6 estaba un poco fuera de mí”, aseguraba en 2016, el propio Perry a la BBC Radio.
Por ello, el anuncio realizado en febrero por el actor sobre la publicación de sus memorias (Friends, Lovers and the Big Terrible Thing), que salen a la venta el 1 de noviembre, levantaba mucha expectación porque hay varias incógnitas que resolver sobre su azarosa vida.
“Mucho se ha escrito sobre mí en el pasado. Pensé que era hora de que la gente supiera mi versión”, anunciaba Perry, que podría haber recibido una cantidad de siete cifras por contar su historia. Y el caso es que parece que efectivamente no va a defraudar a los lectores porque básicamente se trata de un libro que literalmente es un milagro.
Algo que se comprende desde la primea hoja cuando el actor revela, como recoge la revista People, que estuvo a punto de morir hace unos cuatro años. En aquel momento se informó de que el actor sufría una perforación gastrointestinal, pero en realidad pasó semanas luchando por su vida después de que su colon estallara por el consumo excesivo de opioides. Estuvo dos semanas en coma y cinco meses en el hospital y tuvo que utilizar una bolsa de colostomía durante nueve meses.
“Los médicos dijeron a mi familia que tenía un 2% de posibilidades de vivir”, recuerda el actor. Una consecuencia directa de las adicciones que le obligaron a ingresar hasta 15 veces en rehabilitación y someterse a 14 operaciones a raíz de su grave problema de salud. “Son muchos recordatorios para mantenerse sobrio. Sólo tengo que mirar hacia abajo”, asegura.
También ayuda lo que le dijo su terapeuta una vez. “La próxima vez que pienses en tomar Oxycontin, piensa en llevar una bolsa de colostomía para el resto de tu vida’”, recuerda Perry.
“Quienes lean el libro creo no nunca hubieran imaginado lo mal que lo pasé en ciertos momentos y lo cerca que estuve de morir. Digo en el libro que si hubiera muerto habría sido un shock para la gente, pero no habría sorprendido a nadie. Y eso es algo muy aterrador. Así que mi esperanza es que la gente se identifique con él y sepa que esta enfermedad ataca a todo el mundo. No importa si tienes éxito o no, a la enfermedad no le importa”, concluye Perry, que tiene una segunda oportunidad. Y parece que no quiere desaprovecharla.